Landrada convence a sus queridos padres, quienes le construyen un Monasterio que rápidamente atrajo a muchas otras mujeres que siguieron su ejemplo de Santidad. Una auténtica mujer decidida, emprendedora y adelantada a su tiempo, que sigue siendo ejemplo para nosotras como mujeres católicas del siglo XXI.
Landrada era muy rigurosa con su vida, pero muy benigna y humana con el resto de las Religiosas a las que ayudaba en todo los posible para descargarlas de sus trabajos; acogió que su Monasterio formara parte de la Orden y Regla de San Benito, quien fue fundador de Europa, siendo ella la fundadora de Bélgica (Belifia) a través de la construcción de su Abadía, San Benito conoció personalmente a la Santa de quien alababa sus virtudes. Las ciudades en Europa se construyeron alrededor de los Monasterios, que eran los Centros de Cultura y enseñanza hasta el siglo XIII, fue a partir de esa última fecha cuando se crearon las primeras Universidades que ahora conocemos.
Landrada, se nos relata que vivió experiencias místicas como desposada de su Amadísimo Jesucristo, quien le bendecía con Apariciones, y se nos narra que Él mismo tranquilizándola, le prometió protegería el Monasterio.
Y el último de los episodios que transcribimos, nos da una auténtica lección de como vencer al maligno, que se apareció con forma de Dragón en el Coro del Monasterio asustando a las Monjas; fue la inocencia y ternura de una niña de siete a ocho años quien enviada por Santa Landrada como capitana Abadesa del Monasterio; con firmeza y valentía, obediente, se le acercó y la emprendió a palos con una vara, consiguiendo vencerle y echarle.
Es con la virtud de un corazón puro, con la inocencia y con la obediencia, sin tener miedo y si confianza en el poder de Jesucristo; la que vence al peor y más feo de los monstruos de las tinieblas:
"Acudió a confesarla San Lamberto, al que Santa Landrada daba cuenta del estado de su alma, de sus batallas y lances que tenía con el enemigo; el glorioso Santo le aconsejó prudente que no estuviese sola, sino que supuesto que Dios la había dado tantas riquezas, mediante ellas se ganase a Dios almas, y en el mismo sitio labrase a Dios Monasterio donde se acomodasen otras a servir a nuestro Señor, que si bien vida Heremítica y solitaria es mas perfecta que la Cenobítica, no se puede negar que tiene muchos inconvenientes, y escollos, en especial para mujeres, como lo ha mostrado la experiencia, y la vida Cenóbica en especial de las Monjas, tiene mucho de vida solitaria, y goza de la bueno de la Comunidad, por el ejercicio de la obediencia, humildad, y caridad, y todas las virtudes que se practican en el Monasterio, que es universidad de todas ellas, donde si alguno cae tiene quien le de la mano, y le ayude a levantar, de lo cual carece el solitario.
Comunicó Santa Landrada de este parecer a sus padres, los cuales aceptaron, y por agradar a Dios, y acomodar a su hija, edificaron un Suntuoso Monasterio capaz para muchas Religiosas, que se llamó Belifia, en el Obispado de Lieja, donde a su sombra se hizo una noble población, llamada también de su nombre".
-"Hecho el Monasterio, la fama de santidad, y virtudes de Santa Landrada en breve tiempo le llenó de gente noble, y todas profesaron La Regla de mi Padre San Benito, siguiendo todas el maravilloso ejemplo de mi Santa, la cual no olvidó en el Monasterio los rigores de la vida solitaria, el mismo modo de dormir conservaba, tampoco alteró el rigor de la comida, pan, y agua eran sus regalados manjares, como muy buena capitana era la primera, y no solo en la asistencia al Coro, sino en el ejercicio de los actos Conventuales, mas humildes, y penosos, porque si era rigurosa consigo, con las demás era humanísima, y a todas quisiera dar alivio con su persona, en especial se aplicaba a servir y regalar a las enfermas, haciendo las camas y limpiando los vasos; y porque no la estorbasen estos actos de humildad, y caridad, enviaba a las enfermeras a algunos recados.
Como era tan humilde esta bienaventurada Santa, pedía siempre a Dios con fervorosa oración, que la tuviese de su mano, siempre temerosa de si misma; pedía por sus hijas las Religiosas,
y una vez entre otras se le apareció Cristo Señor Nuestro, y le dijo, que pues ella era esposa suya, no tuviese recelo, que su Divina Majestad tomaba por su cuenta el amparo, y defensa del Monasterio, y así se vio por los efectos.
-Una noche que Santa Landrada se quedó con una enferma, iban las Monjas a Maytines, y el enemigo para amedentrarlas; en forma de Dragón se atravesó a la puerta del Coro, lanzando fuego por la boca y ojos para impedirlas el paso; y aquel acto de Religión, y empleo de las divinas alabanzas.
Volvieron las Monjas dando gritos a buscar el favor de su Abadesa, mi Santa como experimentada, conoció las astucias de aquella mala bestia, y sosegando las Monjas, se fue con ellas al Coro, llevando en la mano a una niña de edad de siete a ocho años, y antes de llegar a la puerta, dándole una vara le dijo: Toma esta vara, llega a aquella miserable criatura, y dale con ella de palos hasta que la eches de casa y mandale a que no vuelva a inquietar a mis Religiosas. Raro prodigio¡.Estupenda maravilla¡. Y gran gloria de mi Santa que tales Monjas criaba, pues una niña tierna que comunmente se asombran de un razón, embistió con prontitud, valor y ciega obediencia con la formidable bestia, dándole palos hasta que desapareció de sus ojos, hollando y pifando, la altivez de aquella soberbia criatura".
-Bibliografía:
(Extraído del Libro de la Orden de San Benito escrito por el Licenciado Don Pedro de Sirla R. Axis y Ynojosa, Abogado de la Real Chancillería de Granada y Beneficiado de San Juan de los Reyes, del año 1656, siglo XVII:
"Vidas de Santas y Mujeres Ilustres de la Orden de San Benito" Volumen I).
https://books.google.es/books?







No hay comentarios:
Publicar un comentario