-Y cada Navidad desde entonces rememoramos aquella tierna historia de amor que vuelve a renacer en los corazones:
"Un Niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, lleva al hombro el principado, y es su nombre Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz. Para dilatar el principado con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho. El celo del Señor lo realizará" (Isaías 9, 1-3.5-6).
-Todo nuestro cariño para tan bellísimo, entrañable y dulce Niño, Hijo del Altísimo, y los mejores deseos de paz, amor, perdón y misericordia para todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
-Especialmente este año Jubilar de la Divina Misericordia, instaurado por nuestro muy querido Santo Padre el Papa Francisco, recordamos las palabras proféticas de Zacarías, padre de San Juan Bautista, y el mayor acto de Misericordia de nuestro Dios Padre Creador al enviarnos y entregarnos a su Hijo para el perdón de nuestros pecados:
"Por la entrañable Misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que viene de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz".
-Rezamos ante este Niño Jesús para que reine la paz en el mundo, y se respete la vida, como bien sagrado que es de cada ser humano, desde el momento de la concepción. Que cada madre respete el ser que lleva en su vientre como un don y una vida a proteger mediante su maternidad, como lo hicieron María y José.
No hay comentarios:
Publicar un comentario